Tipos de mantenimiento industrial.
Tradicionalmente, se han distinguido 5
tipos de mantenimiento, que se diferencian entre sí por el carácter de las
tareas que incluyen:
• MANTENIMIENTO CORRECTIVO: Es el conjunto de tareas
destinadas a corregir los defectos que se van presentando en los distintos
equipos y que son comunicados al departamento de mantenimiento por los usuarios
de los mismos.
• MANTENIMIENTO PREVENTIVO: Es el mantenimiento que tiene
por misión mantener un nivel de servicio determinado en los equipos,
programando las correcciones de sus puntos vulnerables en el momento más
oportuno.
• MANTENIMIENTO PREDICTIVO: Es el que persigue conocer e
informar permanentemente del estado y operatividad de las instalaciones
mediante el conocimiento de los valores de determinadas variables,
representativas de tal estado y operatividad. Para aplicar este mantenimiento,
es necesario identificar variables físicas (temperatura, vibración, consumo de
energía, etc.) cuya variación sea indicativa de problemas que puedan estar
apareciendo en el equipo. Es el tipo de mantenimiento más tecnológico, pues
requiere de medios técnicos avanzados, y de fuertes conocimientos matemáticos,
físicos y técnicos.
• MANTENIMIENTO CERO HORAS (OVERHAUL): Es el conjunto de
tareas cuyo objetivo es revisar los equipos a intervalos programados bien antes
de que aparezca ningún fallo, bien cuando la fiabilidad del equipo ha
disminuido apreciablemente de manera que resulta arriesgado hacer previsiones
sobre su capacidad productiva. Dicha revisión consiste en dejar el equipo a
Cero horas de funcionamiento, es decir, como si el equipo fuera nuevo. En estas
revisiones se sustituyen o se reparan todos los elementos sometidos a desgaste.
Se pretende asegurar, con gran probabilidad un tiempo de buen funcionamiento
fijado de antemano.
• MANTENIMIENTO EN USO: es el mantenimiento básico de un
equipo realizado por los usuarios del mismo. Consiste en una serie de tareas
elementales (tomas de datos, inspecciones visuales, limpieza, lubricación,
reapriete de tornillos) para las que no es necesario una gran formación, sino
tal solo un entrenamiento breve. Este tipo de mantenimiento es la base del TPM
(Total Productive Maintenance, Mantenimiento Productivo Total).
Esta división de Tipos de Mantenimiento presenta el
inconveniente de cada equipo necesita una mezcla de cada uno de esos tipos, de
manera que no podemos pensar en aplicar uno solo de ellos a un equipo en
particular.
Así, en un motor determinado nos ocuparemos de su
lubricación (mantenimiento preventivo periódico), si lo requiere, mediremos sus
vibraciones o sus temperaturas (mantenimiento predictivo), quizás le hagamos
una puesta a punto anual (puesta a cero) y repararemos las averías que vayan
surgiendo (mantenimiento correctivo). La mezcla más idónea de todos estos tipos
de mantenimiento nos la dictarán estrictas razones ligadas al coste de las
pérdidas de producción en una parada de ese equipo, al coste de reparación, al
impacto ambiental, a la seguridad y a la calidad del producto o servicio, entre
otras.
El inconveniente, pues, de la división anterior es que no
es capaz de dar una respuesta clara a esta pregunta:
¿Cuál es el mantenimiento que debo aplicar a cada uno de
los equipos que componen una planta concreta?
Para dar respuesta a esta pregunta, es conveniente definir
el concepto de Modelo de Mantenimiento. Un Modelo de Mantenimiento es una
mezcla de los anteriores tipos de mantenimiento en unas proporciones
determinadas, y que responde adecuadamente a las necesidades de un equipo
concreto. Podemos pensar que cada equipo necesitará una mezcla distinta de los
diferentes tipos de mantenimiento, una mezcla determinada de tareas, de manera
que los modelos de mantenimiento posibles serán tantos como equipos puedan
existir. Pero esto no es del todo correcto. Pueden identificarse claramente 4
de estas mezclas, complementadas con otros dos tipos de tareas adicionales,
según veremos más adelante.
Modelos de mantenimiento
Cada uno de los modelos que se exponen a continuación
incluyen varios de los tipos anteriores de mantenimiento, en la proporción que
se indica. Además, todos ellos incluyen dos actividades: inspecciones visuales
y lubricación. Esto es así porque está demostrado que la realización de estas
dos tareas en cualquier equipo es rentable. Incluso en el modelo más sencillo
(Modelo Correctivo), en el que prácticamente abandonamos el equipo a su suerte
y no nos ocupamos de él hasta que nos se produce una avería, es conveniente
observarlo al menos una vez al mes, y lubricarlo con productos adecuados a sus
características. Las inspecciones visuales prácticamente no cuestan dinero
(estas inspecciones estarán incluidas en unas gamas en las que tendremos que
observar otros equipos cercanos, por lo que no significará que tengamos que
destinar recursos expresamente para esa función). Esta inspección nos permitirá
detectar averías de manera precoz, y su resolución generalmente será más barata
cuanto antes detectemos el problema. La lubricación siempre es rentable. Aunque
sí representa un coste (lubricante y la mano de obra de aplicarlo), en general
es tan bajo que está sobradamente justificado, ya que una avería por una falta
de lubricación implicará siempre un gasto mayor que la aplicación del
lubricante correspondiente.
A. Modelo Correctivo
Este modelo es el más básico, e incluye, además de las
inspecciones visuales y la lubricación mencionadas anteriormente, la reparación
de averías que surjan. Es aplicable, como veremos, a equipos con el más bajo
nivel de criticidad, cuyas averías no suponen ningún problema, ni económico ni
técnico. En este tipo de equipos no es rentable dedicar mayores recursos ni
esfuerzos
B. Modelo Condicional
Incluye las actividades del modelo anterior, y además, la
realización de una serie de pruebas o ensayos, que condicionarán una actuación
posterior. Si tras las pruebas descubrimos una anomalía, programaremos una
intervención; si por el contrario, todo es correcto, no actuaremos sobre el
equipo.
Este modelo de mantenimiento es válido en aquellos equipos
de poco uso, o equipos que a pesar de ser importantes en el sistema productivo
su probabilidad de fallo es baja.
C. Modelo Sistemático
Este modelo incluye un conjunto de tareas que realizaremos
sin importarnos cual es la condición del equipo; realizaremos, además, algunas
mediciones y pruebas para decidir si realizamos otras tareas de mayor
envergadura; y por ultimo, resolveremos las averías que surjan. Es un modelo de
gran aplicación en equipos de disponibilidad media, de cierta importancia en el
sistema productivo y cuyas averías causan algunos trastornos. Es importante
señalar que un equipo sujeto a un modelo de mantenimiento sistemático no tiene
por qué tener todas sus tareas con una periodicidad fija. Simplemente, un
equipo con este modelo de mantenimiento puede tener tareas sistemáticas, que se
realicen sin importar el tiempo que lleva funcionando o el estado de los
elementos sobre los que se trabaja. Es la principal diferencia con los dos
modelos anteriores, en los que para realizar una tarea debe presentarse algún
síntoma de fallo.
Un ejemplo de equipo sujeto a este modelo de mantenimiento
es un reactor discontinuo, en el que las materias que deben reaccionar se
introducen de una sola vez, tiene lugar la reacción, y posteriormente se extrae
el producto de la reacción, antes de realizar una nueva carga.
Independientemente de que este reactor esté duplicado o no, cuando está en
operación debe ser fiable, por lo que se justifica realizar una serie de tareas
con independencia de que hayan presentado algún síntoma de fallo.
Otros ejemplos:
- El tren de aterrizaje de un avión
- El motor de un avión
D. Modelo de Mantenimiento de Alta Disponibilidad
Es el modelo más exigente y exhaustivo de todos. Se aplica
en aquellos equipos que bajo ningún concepto pueden sufrir una avería o un mal
funcionamiento. Son equipos a los que se exige, además, unos niveles de
disponibilidad altísimos, por encima del 90%. La razón de un nivel tan alto de
disponibilidad es en general el alto coste en producción que tiene una avería.
Con una exigencia tan alta, no hay tiempo para el mantenimiento que requiera
parada del equipo (correctivo, preventivo sistemático). Para mantener estos
equipos es necesario emplear técnicas de mantenimiento predictivo, que nos
permitan conocer el estado del equipo con él en marcha, y a paradas
programadas, que supondrán una revisión general completa, con una frecuencia
generalmente anual o superior. En esta revisión se sustituyen, en general,
todas aquellas piezas sometidas a desgaste o con probabilidad de fallo a lo
largo del año (piezas con una vida inferior a dos años). Estas revisiones se
preparan con gran antelación, y no tiene porqué ser exactamente iguales año
tras año.
Como quiera que en este modelo no se incluye el
mantenimiento correctivo, es decir, el objetivo que se busca en este equipo es
CERO AVERÍAS, en general no hay tiempo para subsanar convenientemente las
incidencias que ocurren, siendo conveniente en muchos casos realizar
reparaciones rápidas provisionales que permitan mantener el equipo en marcha
hasta la próxima revisión general. Por tanto, la Puesta a Cero anual debe
incluir la resolución de todas aquellas reparaciones provisionales que hayan
tenido que efectuarse a lo largo del año.
Algunos ejemplos de este modelo de mantenimiento pueden
ser los siguientes:
- Turbinas de producción de energía eléctrica
- Hornos de elevada temperatura, en los que una
intervención supone enfriar y volver a calentar el horno, con el consiguiente
gasto energético y con las pérdidas de producción que trae asociado
- Equipos rotativos que trabajan de forma continua
- Depósitos reactores o tanques de reacción no duplicados,
que sean la base de la producción y que deban mantenerse en funcionamiento el
máximo número de horas posible.
Otras consideraciones
En el diseño del Plan de Mantenimiento, deben tenerse en
cuenta dos consideraciones muy importantes que afectan a algunos equipos en
particular. En primer lugar, algunos equipos están sometidos a normativas
legales que regulan su mantenimiento, obligando a que se realicen en ellos
determinadas actividades con una periodicidad establecida.
En segundo lugar, algunas de las actividades de
mantenimiento no podemos realizarlas con el equipo habitual de mantenimiento
(sea propio o contratado) pues se requiere de conocimientos y/o medios
específicos que solo están en manos del fabricante, distribuidor o de un
especialista en el equipo.
Estos dos aspectos deben ser valorados cuando tratamos de
determinar el modelo de mantenimiento que debemos aplicar a un equipo.
Mantenimiento Legal
Algunos equipos están sometidos a normativas o a
regulaciones por parte de la Administración. Sobre todo, son equipos que
entrañan riesgos para las personas o para el entorno. La Administración exige
la realización de una serie de tareas, pruebas e inspecciones, e incluso
algunas de ellas deben ser realizadas por empresas debidamente autorizadas para
llevarlas a cabo. Estas tareas deben necesariamente incorporarse al Plan de
Mantenimiento del equipo, sea cual sea el modelo que se decida aplicarle.
Algunos de los equipos sometidos a este tipo de
mantenimiento son los siguientes:
- Equipos y aparatos a presión
- Instalaciones de Alta y Media Tensión
- Torres de Refrigeración
- Determinados medios de elevación, de cargas o de
personas
- Vehículos
- Instalaciones contraincendios
- Tanques de almacenamiento de determinados productos
químicos
Mantenimiento subcontratado a un especialista
Cuando hablamos de un especialista, nos referimos a un
individuo o empresa especializada en un equipo concreto. El especialista puede
ser el fabricante del equipo, el servicio técnico del importador, o una empresa
que se ha especializado en un tipo concreto de intervenciones. Como hemos
dicho, debemos recurrir al especialista cuando:
-No tenemos conocimientos suficientes
-No tenemos los medios necesarios
Si se dan estas circunstancias, algunas o todas las tareas
de mantenimiento deberemos subcontratarlas a empresas especializadas.
El mantenimiento subcontratado a un especialista es en
general la alternativa más cara, pues la empresa que lo ofrece es consciente de
que no compite. Los precios no son precios de mercado, sino precios de
monopolio. Debe tratar de evitarse en la medida de lo posible, por el
encarecimiento y por la dependencia externa que supone. La forma más razonable
de evitarlo consiste en desarrollar un Plan de Formación que incluya
entrenamiento específico en aquellos equipos de los que no se poseen
conocimientos suficientes, adquiriendo además los medios técnicos necesarios.
is there a set check time in maintenance and care? Is the maintenance fee enough
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